martes, 16 de julio de 2013

Es tan fácil hablar. No nos cuesta nada proyectar e imaginar, y más ahora, cuando el mundo es enteramente nuestro. Olvidamos por completo las distancias que hay que cruzar, qué tan largas pueden ser? Y sin embargo, no hago nada para atravesarlas.
Dónde estoy? Qué me pasa? Qué carajo quiero? Por qué no me muevo un poquito? Tengo que bajar un poquito de aquella nube en la que estoy acostada. Así no me puedo escuchar. El sol me tapa la vista, no me puedo ver. Tengo que gritar para escucharme, y así no se puede...No, no me estoy escuchando y voy a tener que gritarme. 
ESCUCHARME. Escucharme a mí misma como sabía hacerlo. Me conformo tan rápido que me hace mal. Estoy distraída. Estoy más distraída que nunca. Me desconozco. Ya casi ni me conozco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario